Paisaje

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28 mar 2011

Como superar la muerte de un ser querido




...sentado en la vieja casa familiar,
frente a la imagen de la madre muerta...
Dice la Madre: -No llores, yo estoy bien.
Dice el Hijo: -No lloro por ti, lloro por mí,
porque ya no estas para pensarme.

Pirandello

Amando mucho viviríamos un poco más después de muertos. Yo puedo asegurar que mi padre o mi madre viven en mí, la mitad de las cosas que yo hago son “suyas”, aunque sus manos sean hoy polvo, y los grandes escritores siguen viviendo hoy entre nosotros cada vez que los leemos. Y ahora, mientras Beethoven suena en mi cadena musical, ¿quién negaría que él vive en su música y en mí?


Es como en los trasplantes: el muerto que dona su corazón o sus riñones, sigue latiendo y purificando la sangre en el trasplantado. Es decir: sigue viviendo en alguien.

Así todo acto de amor, toda obra bien hecha y perdurable es un trasplante de alma cedida a un desconocido, pero que vive con ella y de ella.

Son pequeñas resurrecciones, lo sé. Pero, ¿por qué no conseguir esas pequeñas resurrecciones que son las que tenemos en nuestra mano?"

José Luis Martín Descalzo

Tras la pérdida de alguien a quien queremos se entra en un proceso caracterizado por sentimientos de tristeza -se siente una pena muy grande y todo hace llorar-; de miedo y angustia -sensaciones muy intensas de desamparo, desasosiego-; de soledad -como si el mundo se hubiera acabado-; cambios de humor constantes; por conductas de negación e incredulidad -parece que lo que está pasando es una horrible pesadilla-; insensibilidad -es como si le estuviera pasando a otro- y de rabia y resentimiento.
Estas emociones, además, suelen ir acompañadas de sensaciones corporales como el nudo en el estómago, palpitaciones, pérdida de apetito, insomnio, temblores, pérdida de fuerza, hipersensibilidad al ruido, sensación de falta de aire, náuseas, fatiga y una opresión en la garganta y en el pecho. Son sensaciones normales que se acompañan de comportamientos tales como llorar, suspirar, buscar , llamar y hablar con el fallecido, querer estar en soledad y evitar a la gente, dormir poco o en exceso, soñar o tener pesadillas, falta de concentración, no parar de hacer cosas o, por el contrario, apatía.


Estas reacciones, normales después de la muerte de un ser querido, forman parte de un proceso más o menos largo y doloroso de adaptación a la nueva situación. La duración oscilará entre uno y tres años y se habrá superado cuando la persona sea capaz de recordar al fallecido sin sentir dolor, cuando aprenda a vivir sin él , cuando sea capaz de plantearse retos vitales y de centrarse en una convivencia normalizada con familiares, amigos y compañeros. Para alcanzar este objetivo la tarea prioritaria consiste en aceptar la pérdida: la persona querida ha muerto y no volverá. No es suficiente con decirlo, hay que creerlo. Cuando se haya perdido toda esperanza de recuperar al ser querido será la señal de que se ha aceptado. Hablar de la pérdida, de las circunstancias de la muerte e incluso visitar el cementerio o el lugar donde se han esparcido los restos puede ayudar a completar este paso.


Paralelamente, hay que aprender a sentir el dolor en privado, llorando, mirando sus fotografías... O de forma compartida, hablando de los sentimientos con la familia, con amigos de confianza, con las personas con las cuales no hay ningún inconveniente en expresar cómo se está. Hay que aprender a vivir sin esa persona: si es importante expresar las emociones, no menos importante es saber complementarlo con actividades que posibiliten el inicio de una vida sin el ser querido. Hay que aprender a vivir en soledad, a tomar decisiones sin apoyo, a realizar las actividades de las que se ocupaba la otra persona... En definitiva, a tener otra perspectiva de la vida, otros objetivos. La recuperación del interés por la vida marcará el momento de superación: no hay nada malo si se quiere disfrutar, si se quiere ser feliz, en establecer nuevas relaciones, en sentir nuevos deseos.


Finalizar el proceso de aceptación no significa olvidar. Para cada persona significa algo distinto: es poder dar un sentido a todo lo vivido, es pensar en el ser querido sin sentir un dolor insoportable y recordar con ternura los momentos vividos, es llegar a perdonarse o a perdonar lo negativo de una relación y los momentos que, por la muerte, no se han podido disfrutar. Espero que estas líneas contribuyan a superar el duelo personal de una amiga.

25 mar 2011

Adicción al amor

Introducción

El proceso normal del enamoramiento es cuando una persona comienza sintiendo simpatía por otra persona para después pasar a una atracción inocente, se comienza a idealizar hasta llegar a convertir al otro en un ser divino. Entonces el individuo se cierra al amor cegándose. Podríamos decir que el amor es ciego cuando incapacita para hacer un análisis realista de la situación, cuando se proyectan en la otra persona todas las ilusiones, cuando creemos que es la única persona que nos puede dar la felicidad. Si este proceso es muy rápido, se le denomina flechazo amoroso, lo cual es síntoma de inmadurez afectiva porque la evolución madura es lenta y progresiva. Sea como fuere, este debe ser un proceso pasajero para culminar en un amor maduro entre dos personas independientes que se respetan y mantienen la fidelidad. Sin embargo, existen personas que no superan la etapa de la ceguera, como por ejemplo las personas dependientes.


Obsesionarse por una persona o una relación es síntoma de adicción. Puede darse porque el individuo se siente tan necesitado, tan inseguro que se aferra a esa persona como si fuera su salvación. No es el deseo normal de unión sino de un hambre poderosa, insaciable, que distorsiona su sentido de la realidad. Esto le lleva a una relación obsesiva de superposesión, donde cualquier pequeña discusión es un profundo rechazo. La adicción al amor es sufrimiento. Normalmente son personas que han desarrollado en su vida un profundo miedo al abandono, y por eso a la hora de enamorarse son posesivas y celosas, con excesiva sensibilidad a la crítica y al rechazo. Esto explica algunos casos de maltrato, donde la mujer es capaz de soportar cualquier vejación antes que ser abandonada. Las personas con baja autoestima son más proclives a la dependencia, y a la necesidad de "pegarse" a alguien para sentirse seguros.

Formas de adicción al amor

  • A una persona: Puede ser un amante, un hijo, ... Este tipo de adicción conlleva el no poder vivir independientemente de la otra persona, sentir que es posesión. Este tipo de adicción es santificada por nuestra cultura (¡cómo le quiere!), cuando en realidad no es más que egoísmo camuflado. Si realmente buscas el bien de otra persona, le dejas ser independiente que es lo necesario psicológica y biológicamente. El padre sufre este tipo de adicción hacia su hijo se molesta por su independencia y piensa que es un desagradecido.
    Si esta dependencia es recíproca, es muy difícil evolucionar en la vida, como el hijo que vive con su madre toda la vida.
  • A una relación: Hay personas adictas a la idea de tener una relación. Están más enamorados de la idea de tener pareja que de la persona. Existen dos tipos, los que rompen y reinician relaciones, y los que se aferran a los efectos reforzantes de su relación ("Te odio pero no puedo dejarte"). Muchas parejas se mantienen unidas por muchas otras razones que por amor.
  • Al romance: Estos individuos viven tentados por el romance, la aventura, la pasión. Se preocupan por los rituales románticos: citas, cenas, sexo en lugares poco comunes, ... toda la parafernalia tentadora del romance pasajero. Está adicción suele ser el resultado de la fantasía, el infantilismo, el subdesarrollo afectivo. Buscan la seducción, la conquista, pero luego se cansan. Son inmaduros que suelen ser considerados ídolos sociales. Un claro ejemplo de adicto al romance era Don Juan, y normalmente a quien así se le denomina coincide con este perfil.

Agorafobia

Definición
La agorafobia se caracteriza porque el individuo siente un extraordinario miedo y por tanto evita quedarse solo o hallarse en situaciones o hallarse en situaciones o lugares públicos, de los que puede ser difícil escapar u obtener ayuda en caso de incapacitación súbita. Cuando una persona padece de agorafobia, su cuerpo reacciona ante situaciones cotidianas como si fueran situaciones de peligro real.




Situaciones y Reacciones

Este miedo aparece en situaciones bastante concretas y predecibles. Entre las situaciones temidas más comunes se encuentran: alejarse de casa, atravesar una plaza descubierta, caminar por una calle vacía o hallase en recintos ampliasen los que se concentraducha gente como conciertos, cines, transportes públicos, ... Como consecuencia de esto, las actividades normales de la vida cotidiana se van restringiendo progresivamente a medida que el miedo domina la conducta del individuo, convirtiéndose en un trastorno muy incapacitante.
No es la situación o el objeto lo que provoca la reacción fóbica, sino las señales de falta de seguridad, la sensación de no poder escapar, de no encontrar ayudar o de la vergüenza en caso de ser inundado por la ansiedad.
Síntomas

Entre los síntomas fisiológicos se incluyen taquicardias, pérdida de sensibilidad en brazos y piernas, hormigueos, mareos y vértigos, sudoración, desmayos, dificultades para respirar, ...
Los síntomas psicológicos son del tipo "me voy a marear", "me voy a desmayar", son sentimientos de "miedo al miedo", que se refiere al pensamiento de que estos síntomas físicos y psíquicos no podrán controlarse.
El miedo no aparece solo cuando el agorafóbico se enfrenta al estímulo que lo produce, sino que comienza en cuanto la sensación temida a la que ha de exponerse se acerca. De este modo el agorafóbico empezará a sentirse angustiado desde el momento en que comience a preparase para salir a la calle, a la compra, o al trabajo. Esta ansiedad anticipatorio, en muchos casos llega a ser más intensa que la experimenteda en la propia situación.
El estar acompañados por alguien de confianza, o incluso potar un móvil reduce mucho su ansiedad. Puede corregirse con éxito con ayuda profesional.

Aluciones

Definición
Una alucinación es una falsa percepción sensorial en ausencia de un estímulo externo. Las alucinaciones pueden ocurrir en cualquier modalidad sensorial - visual, auditiva, olfativa, gustatoria, táctil o varias mezcladas.



Terminología

Es importante distinguir los siguientes términos:



  • Alucinación: percepción sin objeto.
    a) Percibo algo que no existe, puede ser visual o auditivo;
    b) lo que percibo, lo percibo en el exterior, fuera de mí;
    c) no tengo ninguna duda de que es real, ninguna conciencia de realidad.








  • Seudoalucinación: falsa alucinación o alucinación psíquica. Es una percepción sin objeto pero lo que se percibe, se percibe en el interior, dentro de la mente, pensamiento o lenguaje del sujeto - "mi cerebro me habla". El juicio de realidad es positivo, el sujeto está convencido de que es así.








  • Alucinosis: percepción sin objeto pero de procedencia externa. El sujeto piensa que no puede ser, posee capacidad crítica, no hay seguridad de que la percepción sea certera. Ejemplo: Alucinosis auditiva de los alcohólicos crónicos. Oyen alucinaciones relacionadas con sus delirios de celos, pero son conscientes de que no son reales.








  • Ilusión: distorsión de una percepción real. Confunde algo real con una imagen inventada, deformación de la realidad. Son particularmente fuerte en momentos que preceden al sueño y en los posteriores a despertarse en todos los sujetos.





  • Las alucinaciones aisladas son muy raras; las transitorias más frecuentes son las provocadas por sustancias tóxicas, drogas, ...
    Condiciones de Aparición
    Causas de la aparición de alucinaciones:
    1. Lesión de receptores-vías sensitivas: provocan fundamentalmente fenómenos de Alucinosis.Ejemplo: alcohólicos crónicos, porque tienen los nervios inundados de alcohol - polineuritis -.
    2. Afectación del SNC: Alucinosis epiléptica. Se aumenta la actividad cerebral correspondiente a una zona determinada. El epiléptico se da cuenta de que la percepción es anormal (típico de la epilepsia temporal). La trombosis también puede producir fenómenos alucinósicos.
    3. Alteraciones del nivel de conciencia:
      a) ilusiones al dormirse / despertarse,
      b) síndrome confuso-onírico: el sujeto alucina, ve imágenes con sonido y sensibilidad, cargadas de colores y movimiento. El sujeto puede ser consciente de la irrealidad de lo que percibe (depende del grado de confusión-conciencia).
    4. Variaciones afectivas: Depresión, angustia. Si se dan alucinaciones denotan que son graves en los que habría que ahondar en busca de un posible trastorno psicótico.
    5. Trastornos psicóticos: esquizofrenia (psicosis más conocida y extendida). Dos tipos:
      a) Alucinosis: visuales y auditivas;
      b) seudoalucinaciones.
    6. Aislamiento senso-social / Deprivación: como por ejemplo, un secuestro. Esta situación genera todo tipo de alteraciones psíquicas, produce alucinaciones de tipo amnésico, visuales, ...

    La dependencia

    Introducción
    Desde la década de los 50 se han publicado varios cientos de tesis y sigue sin haber una definición clara. En términos generales, dependencia conlleva un tono peyorativo. Si se aplica a un adulto es sinónimo de inmadurez.




    Definición


    La Dependencia se relaciona con debilidad, pasividad, inmadurez, sobretodo característico de mujeres, niños y personas desadaptadas. Muchos autores insisten en la distinción entre dependencia normal, apropiada a las circunstancias y dependencia patológica. El ser humano por ser social, es dependiente porque es algo imprescindible y útil.
    También se concibe la dependencia como incapacidad de resolver problemas propios de la edad, lo contrario que madurez: saber hacer lo que corresponde a la edad. En psicología se concibe un concepto de dependencia muy cercano al de inmadurez, lo cual significa que en la medida en que seas independiente serás maduro y autónomo. Hacen falta tres tipos de independencia para ser maduro:
    • Independencia moral: criterios personales como guía de conducta.
    • Independencia social: no ser demasiado dependiente del cariño de los demás, saber buscar trabajo (En nuestra sociedad cada vez menor).
    • Independencia económica: Saber buscarse la vida (También cada vez menor).
    ¿Cuáles son las causas de la dependencia?

    Según una teoría, la dependencia es el resultado de la supergratificación del niño, o de todo lo contrario, de una gran frustración por un cambio brusco en la infancia como la pérdida de la madre. Esto genera una incapacidad de resolver problemas propios de la edad.
    La teoría de las relaciones padres- hijos dice que la superprotección paternal predice la dependencia en la adolescencia, y que el autoritarismo hace que desarrolle obediencia, al ser los padrea quienes deciden por ellos también serán dependientes.
    También hay que ser cauto con exigir al niño conductas independientes no propias de su edad y para las cuales no está preparado porque provocaría un descenso de su autoestima, complejo de inferioridad y por tanto búsqueda de apoyo (dependencia).
    Efecto de la dependencia en la conducta social.

    Son personas que percibieron no ser queridas en su infancia (no tiene porque ser real, hay padres que no saben manifestarlo) y que han aprendido que hay que dar mucho para recibir algo a cambio. En las relaciones, estas personas toman una actitud pasiva, dejan que los demás tomen las riendas de su vida. Tienen una necesidad excesiva de que les orienten. Está demostrado que piden más ayuda de lo normal, por lo que suelen resultar un poco pesados. También son más perceptivos porque al necesitar más de los demás, también necesitan comprenderles más.
    La dependencia esté asociada a numerosos trastornos:
    • Depresión: Están muy relacionados, aunque no está clara cual de las dos es la causa de la otra, probablemente la dependencia que se origina antes.
    • Fobia a la escuela: En niños muy dependientes se da pánico al momento de separación de la madre para ir a la escuela.
    • Agorafobia: Son personas que dependen de los demás para salir a la calle.
    • Alcoholismo: Los alcohólicos se hacen muy dependientes.
    • Consumo de sustancias: El opio es el que genera más dependencia psicológica.

    Ser indolentes

    La indolencia es causa o compañera inseparable de ladrones, corruptos y criminales.



    Indolencia por un lado significa flojera, pereza o haraganería, y por el otro, indica insensibilidad y el no conmoverse ante el dolor propio o de terceros. Esto se debe a que en la antigua mitología griega la divinidad que personificaba la indolencia también interpretaba a la pereza. Su nombre era Ergia y convivía con otras deidades que representaban al sueño, la quietud y el silencio. Se le pintaba como un ser somnoliento, dormía en medio de telarañas y se mostraba contrapuesta al trabajo.

    Desde un punto de vista psicológico, una persona indolente describe a quien no se afecta o conmueve ante el dolor. La indolencia social incluye ser indiferente ante el sufrimiento de una o más personas o de una comunidad.


    La indolencia social se presenta en algunas comunidades producto de un fatalismo provocado por la desesperanza y por no poder cambiar el trágico entorno donde habitan, ni poder "salir de abajo" aunque se hagan esfuerzos notables en el trabajo. La obligada resignación y una aceptación forzada de la ruinosa realidad, produciría en algunos la indolencia y una actitud de poca o ninguna solidaridad. En este caso, nos referimos a la indolencia social que encontramos en ciertos niveles desposeídos de la sociedad.

    En casos individuales, sin importar el nivel socioeconómico, el indolente es una persona egoísta por naturaleza, generalmente inescrupulosa, superficial. No reacciona ante calamidades y tragedias.

    Los indolentes no piensan en los demás, se concentran en sí mismos. Esto les permite no sentir remordimientos, recatos ni consideraciones con otros. Así, los delincuentes son indolentes con sus víctimas. Los corruptos son insensibles al daño que ocasionan. La indolencia es causa o compañera inseparable de ladrones y criminales.

    También tropezamos con los indolentes "pasivos" que se concentran en su propia existencia, ocupados en lograr sus objetivos sin "ver para los lados", aunque algunos sean arribistas y perjudiquen a otros para ellos "subir" o "ascender". Entre los indolentes pululan los fríos y calculadores y los indiferentes y apáticos. Los indolentes normalmente terminan solos y abandonados.

    Se puede comenzar a dejar de ser indolente adhiriéndose a alguna causa común con miembros de su comunidad, participando en apoyo y respaldo en distintos eventos, siendo solidarios con las personas cercanas y con la comunidad en donde se viva. El conocer los problemas de otros, aportar soluciones o colaborar con ello, poco a poco, despertará el interés y en algún momento la indolencia dará paso a la sensibilidad, al entusiasmo y al existir con sentido gregario y social.

    24 mar 2011

    Señales cuando alguien no te ama

    Te has preguntando, ¿si te puedes enamorar de alguien y que esta persona no te lastime? Puede ser que se te quite el miedo, a que te lastimen, cuando una relación cualquiera que esta sea, siempre existirá el riesgo de lastimar. A veces en las relaciones de pareja, el hecho de que la otra persona no te pueda corresponder como tu quieres, que no corresponda a tu amor y que claramente se puede interpretar como una gran falta de amor de la otra persona, sin embargo lo aceptas, y tratas de cambiar a la otra persona, o tal vez el amor, que la otra persona, te niega porque no te la quiere dar, si no te quiere dar, porque no puede o no le da la gana. Y tienes que aceptar esa realidad porque es la verdad y es lo que es, y no va cambiar por la idea de una ilusión falsa, de que te quieran de una forma distinta, como tú mereces, o tú creas conveniente.

    ¿Amor incondicional?

    Sin embargo, ¿existirá el amor incondicional, ese amor, en que no se le pide nada a cambio? Ese amor, en el cual tú sientes que eres correspondido, o que sientes la necesidad de estarlo, y de estar ahí, a un lado de la persona que quieres. Pero cuando no eres correspondido empiezas a sufrir, porque no se te hace justo que no seas correspondido a ese amor, pero existen señales, que tu puedes saber y entender, para tomar una decisión, y ¿como saber si la persona que está contigo te ama?, o sea costumbre, o porque no le ha quedado otra mejor opción que resignarse, o conformarse. Y cuando la gente se resigna, o se conforma, empieza a agredir, porque no sabe lo que quiere, porque ha elegido la zona de confort, para no batallar, y no entrar en conflictos mentales, o simplemente no le guste batallar, y por tal motivo esa situación incómoda trasgrede su energía, su personalidad, y está adisgusto con su vida misma.
    Señales corporales

    Existen cambios muy notorios en cualquier ser humano, a lo mejor ya te diste cuenta, o no has querido ver, cuando una persona no está a gusto, en un lugar, o con alguien, se le nota, ¿en donde? en su cuerpo y en sus actitudes, “el cuerpo no miente” ni tu cabeza, ni tus expresiones, gestos, siempre te dirán lo contrario, las agresiones te las hace una persona que no te quiere, ni mucho menos te ama, y tu empiezas en consecuencia a agredir también, a tu modo, a tu tiempo, pero agredes y te conviertes en un animal agresivo, que ataca y se defiende ¿eso es amor? En qué se va a convertir tu vida, en qué la estás convirtiendo para echarla a perder. Las agresiones son claras, porque las sientes desde el primer momento, cuando la persona, no te dice lo que te pasa, y cuando lo hace, te contesta con monosílabos, como ummm, este, ajá etc, y se vuelve una agresión tediosa, desde el momento en que el otra persona ya no quiere comunicarse contigo, es porque no le interesa, o cuando se vuelve prioridad ganar discusiones absurdas, no importando si se lastima, o no, o cuando acumulas quejas, resentimientos, y cuando es posible, no sacas, una y otra vez con el fin, de mantener alejada a la persona y hacerla ajena a tu vida, o cuando se remontan heridas del pasado, cuando no te das cuenta, y esto hace que se provoque un problema, o cuando, se sacan a relucir, cualidades físicas, o emocionales, de tu anterior pareja, comparándote, indirectamente o directamente con algo que le gustaba, que lo repite, y lo repite, una y otra vez y se convierte en altamente agresivo, porque esa persona, quiere estar en otro lado, ¿que no es violencia? a veces son imperceptibles, y sutiles pero demasiado hirientes, y es cuando herida, tras herida, te puedes dar cuenta, que tienes que alejarte de esa persona, porque, te va a herir y lastimar sin importarle, el daño, que te pueda hacer escudándose con que así es su carácter, o que nunca va a cambiar, cuando sabes en el fondo de tu corazón existe un engaño fatal, que en el cual tu estás asumiendo y aceptando.
    Tus sentidos alertas Debes estar atento y poner tus sentidos bien alertas, como haciéndole caso a lo mas sabio que tienes, Tu corazón, tu sabrás qué medida tomar, y la tomarás cuando te canses, acuérdate que esto no se trata de resistencia, se trata, de cuando ya no eres feliz, hacer algo, darte cuenta que ya no puedes estar ahí, y puedes estar en un lugar donde valga la pena estar, cómo saberlo, si te tratan bien no vale la pena, tu mereces estar con alguien que trate como nunca soñaste y te ame como nunca imaginaste, pero si no sueltas, a esa persona, no te llegará nada, tu energía estará ocupada. Si la persona, no te quiso no es tu problema, no puedes forzar a la persona, a que a fuerzas te quiera, como dicen “a fuerzas ni los zapatos entran”, y no van entrar con esa persona, a la que te esas aferrando, por tu propia necesidad de que alguien te ame, y aferrarte a que esa persona, que no estará a una fuerza disfrazada. Mejor piensa las cosas, siéntelas, MERECES SER FELIZ.

    Tu opinión tiene voz: me gustaría escucharte.  

    21 mar 2011

    Dalai Lama

    Un personaje semidivino y mítico, que aún a la supremacía política y el liderazgo espiritual continuado desde el siglo XV por tradición, en el país más inaccesible del mundo.

    Su Santidad, el Dalai Lama, vive en el exilio desde hace treinta años. En cierta ocasión comentaba en su tono desapasionado e irónico que le caracteriza, que agradecía enormemente a los chinos el que hubiesen invadido su país, ya que gracias a ello Tibet había salido de su tradicional aislamiento y el Dharma de Enseñanza Budista se había extendido por Occidente.
    Es un científico de la Religión. Un ejemplo vivo de cómo, a veces, el poder material no corrompe: tiene una gran fortuna personal, pero nunca hace ostentaciones y vive como un simple monje tibetano más; siendo un importantísimo iniciado en las más complejas y esotéricas tradiciones del Vajrayana (Budismo Tántrico Tibetano) dedica la mayor parte de su tiempo a defender la causa política de su pueblo, aplastado salvajemente por los chinos; siendo venerado por sus súbditos como la Encarnación Viviente de la Divinidad. Aunque los chinos han cometido un genocidio cultural (tres mil monasterios destruidos) y humano (más de medio millón de tibetanos asesinados) en nombre de la Democracia y la Libertad, el Dalai Lama persiste en una resistencia no violenta frente al invasor. Su visión, realmente democrática, le ha llevado a aprobar una Constitución en el exilio, donde él mismo renunciaría al trono, si dos tercios de la cámara así lo estimaran oportuno. Una Profecía Tibetana afirma, que el XIV Dalai Lama será el último de su estirpe y que entonces el pueblo tibetano perderá a su país y a su Dalai Lama, aunque volverá a recuperarlos a ambos. "Es posible que yo sea el último, pero si permanezco por treinta o cuarenta años más, las cosas tendrán que cambiar. Como budistas creemos que todo fenómeno es pasajero." Que el pueblo tibetano elija o no a un Dalai Lama es, básicamente, cuestión de la utilidad que preste el Dalai Lama como institución. 

    Por el momento, el Dalai Lama es muy importante para el Tibet y mi responsabilidad consiste en cumplir mi función lo mejor posible. El Dalai Lama es simplemente un individuo.
    Ni el Tibet es el Dalai Lama ni el Dalai Lama es el Tibet... Pero, en cuanto a la cuestión de mi propio renacimiento como Bodhisatva, mientras haya sufrimiento en el mundo he de volver.
    Que vuelva como Dalai Lama o no, es una cuestión que carece de importancia."

    La felicidad, una responsabilidad universal.

    De acuerdo con la Psicología Budista, la mayoría de nuestros problemas se deben a nuestro ardiente deseo y apego por las cosas que consideramos duraderas y que, en realidad, no lo son. En la búsqueda de los objetos que deseamos, hacemos uso de la agresión y la competitividad como instrumentos supuestamente eficaces. Estos procesos mentales, que se han ido desarrollando en el ser humano desde tiempos inmemoriales, se traducen fácilmente en acciones que como resultado producen una actitud beligerante. Nos deberíamos plantear qué podemos hacer para controlar y regular estos venenos (engaño, codicia, agresividad, etc.) puesto que sabemos que son ellos los que se encuentran detrás de casi todos los problemas mundiales.
    Buscando su propia felicidad, los seres humanos han utilizado diferentes métodos, a menudo crueles y repulsivos. Se han comportado de forma completamente impropia a su condición de seres racionales, ocasionando sufrimiento a su prójimo y a otros seres vivos, únicamente en su propio beneficio. Al final, estas acciones tan torpes traen sufrimiento a uno mismo y a los demás.
    Nacer como ser humano es un acontecimiento poco común, sería sensato utilizar esta oportunidad de la forma más efectiva y hábil que fuese posible. Debemos tener una perspectiva correcta del proceso universal de la vida, para que no se alcance la felicidad o la gloria de una persona, a grupo de personas, a expensas de los demás.
    Todo lo expuesto hasta ahora exige una nueva aproximación a los problemas globales.
    El mundo es cada vez más pequeño y más interdependiente, debido, principalmente, a los avances tecnológicos, el comercio y las relaciones internacionales. Actualmente, dependemos los unos de los otros más que nunca. En la antigüedad, los problemas eran, por lo general, de tipo familiar y, lógicamente, era también a nivel familiar donde se intentaban solucionar. Hoy, la situación ha cambiado, dependemos tanto unos de otros, y estamos tan íntimamente unidos, que no podemos superar los peligros de nuestra propia existencia, y mucho menos generar paz y felicidad, sin un sentimiento de responsabilidad universal, sin un sentimiento de hermandad universal y sin un convencimiento de que todos formamos parte de una gran familia humana.
    Aunque el incremento de interdependencia entre naciones debería generar una atmósfera más comprensiva, en realidad, es difícil lograr un espíritu de verdadera cooperación, ya que hay personas que permanecen completamente indiferentes a los sentimientos y a la felicidad de sus semejantes. Cuando las personas actúan motivadas, sobre todo por la codicia y la envidia, no pueden vivir en armonía.
    Un acercamiento espiritual puede que no resuelva todos los problemas políticos causados por el espíritu egocéntrico que existe, pero, a largo plazo, sí podrá superar el origen de las dificultades con las que nos enfrentamos en la actualidad.
    Por otra parte, si la humanidad continúa resolviendo sus problemas considerando sólo las conveniencias a corto plazo, las generaciones futuras tendrán ante sí enormes dificultades. La población mundial está aumentando y los recursos naturales se van agotando rápidamente.
    Podemos poner a los árboles como ejemplo, nadie sabe con exactitud cuáles serán las consecuencias con respecto a la masiva deforestación, con respecto al clima, al suelo y al sistema ecológico mundial en general. Nos enfrentamos a tantos problemas porque la gente se preocupa por resolverlos sólo a corto plazo, de forma egoísta y desconsiderando al resto de la humanidad. No piensan en el mundo ni en las consecuencias a largo plazo para la vida del planeta. Si nosotros las personas de la actual generación, no meditamos sobre todo esto, las generaciones futuras no podrán hacer frente a tantas calamidades.

    20 mar 2011

    LA SOLEDAD NO ES ESTAR SOLO


    LA SOLEDAD NO ES ESTAR SOLO

    Para un hombre culto la soledad no existe o cuando existe es vicio o altura,
    nunca sufrimiento, nunca espera de nada.
    Miguel Oscar Menassa


    Cuántas veces habremos oído la frase: “tengo miedo a estar solo”. No cabe duda de que somos seres sociales y necesitamos de los demás para constituirnos a nosotros mismos, no sólo para cubrir nuestras necesidades de afecto y desarrollo personal, sino también para afianzar nuestra autoestima. Este miedo a la soledad parte de nuestra dependencia infantil, nos sumimos en el temor a ser abandonados hasta que constituimos la presencia del otro en su ausencia. Las personas no sólo existen cuando están, también cuando no están. El gran problema de muchas personas es que se sienten solos porque aniquilan al otro en su fantasía. Decir “estoy solo” es como decir nadie existe y esa negación es la que nos enferma.

    Una vez que el ser humano se da cuenta de su finitud, de que su existencia está encaminada a este acontecimiento, nace la preocupación por el ser. Es la muerte la que le va a dar verdadero valor a la vida. Son los límites los que nos permiten vivir de una forma saludable. Cuando entendemos que las relaciones también han de tener sus límites amamos con más libertad, pero no todos somos capaces de aceptarlo. Todas las relaciones de extrema dependencia son relaciones condenadas al fracaso y a la agresividad. Cuando entiendo que el otro es una posesión soy capaz de encerrarlo con tal de no perderlo, ahí no hay amor. El amor es amor a un objeto, hace del otro un objeto, con lo cual entra en juego el régimen de propiedad, hace individualistas, mientras que el deseo no desea objetos sino que desea deseos, hace sujetos deseantes, sujetos que saben que la soledad no existe, o se vive entre otros o se vive entre fantasmas.

    Este temor no es nada nuevo, pero es cierto que las sociedades modernas, a pesar de los avances técnicos, fomentan el aislamiento y falta de comunicación. Nos han educado en el consumismo sin límites, pero no nos han enseñado a relacionarnos con otras personas. Nadie nos dijo que comprometerse con otros es lo que genera autoestima y bienestar, que elegir nuestros compromisos es el mayor grado de libertad. Somos caldo de cultivo para el egoísmo y la envidia. Amamos al otro para utilizarlo en la satisfacción de nuestras necesidades, para no estar solos, pero no hemos aprendido a conocer al otro en su verdadera dimensión. Cuando amamos por necesidad es cuando vivimos con miedo a ser abandonados. Podríamos preguntarnos por qué tantas parejas que ya no se aman y aún así siguen viviendo juntos. Es clara la respuesta, por miedo a la soledad. No saber arreglárselas con la propia soledad se convierte en un problema para vivir, acabas viviendo con cualquiera.

    En muchas ocasiones hay un temor previo, el temor a arriesgarse, a dar y no recibir, tememos equivocarnos y por ese motivo no emprendemos nuevos proyectos y relaciones. Pero como dice el poeta Miguel Oscar Menassa “En las relaciones intersubjetivas, lo único que se arriesga es un poco de seguridad y un poco de dinero; el resto, ganancia, todo humano”. Hay que arriesgarse a ganar. Las relaciones sociales no se buscan, se encuentran en el camino del trabajo, de las aficiones, de los compromisos. Cuando alguien que se siente solo me pregunta cómo puede hacer amigos siempre le digo que los amigos se encuentran indirectamente: “Apúntate a algún curso, practica el deporte que te gusta, sal al mundo y ahí producirás relaciones. Hay que repetir el acto para encontrar a personas que también tengan esa afición”. No hay edad para las relaciones sociales, seamos jóvenes o mayores todos necesitamos de otras personas para sentirnos vivos y si algo te impide estar con otros, acércate a ellos a través de los libros, la televisión, el teléfono, internet.

    También están esas otras personas que lloran por las esquinas porque se sienten solos, ¿no será que no saben amar? Hay que aprender a amarse para luego amar a los otros. El sentimiento de soledad está relacionado con el aislamiento, la noción de no formar parte de algo, la idea de no estar incluido en ningún proyecto y entender que a nadie le importamos lo suficiente como para pertenecer a su mundo. Se puede interpretar la soledad de dos maneras: estar solo o sentirse solo. Estar solo es un hecho común para todos, no siempre estamos acompañados. Esta experiencia de soledad se puede disfrutar mucho y suele ser muy constructiva. Sentirse solos es diferente, porque uno se puede sentir solo también en compañía, en ocasiones no nos sentimos a gusto con las personas que nos rodean. El sentimiento de soledad, tiene que ver con no haber forjado una escucha o haber perdido una escucha. A veces este sentimiento acontece ante una separación o ante la pérdida de un ser querido, quién no ha vivido una situación como esta a lo largo de su vida. Cuando uno se encuentra bien, no importa llegar a casa y estar solo, porque nos sentimos acompañados de todas nuestras relaciones y compromisos. Vivir solo puede ser una buena opción de vida, pero no puede hacerse si no gozamos de unas buenas relaciones sociales, si no gozamos de una buena salud social.

    La cultura nos permite no sentirnos solos jamás. Es cuando sólo nos escuchamos a nosotros mismos que entramos en ese vacío de la soledad. Cuando abrimos un libro, escuchamos a otros, otras vidas laten conmigo, es imposible sentirse solo.

    Recostada en el diván ella recorría entre palabras los momentos más duros de su vida. Se sentía terriblemente sola, todo lo que quería había muerto, hasta sus ilusiones. El primer día que la vi era como un fantasma, un ser sin alma que buscaba el aliento necesario para seguir viviendo. Sola, en una vida tejida a través de los años, no sólo no tenía con quién hablar, sino que no tenía para quién vivir.

    La soledad invadía todos los espacios, del trabajo a casa y de casa al trabajo, así transcurría su vida desde que él había puesto punto y final a la enfermiza relación que mantenían desde hacía años. Desde la muerte de sus padres, ella había volcado todas sus esperanzas en esa relación de pareja. No le importaban las amistades ni ocupar su tiempo libre. Él llenaba su mundo, ya no necesitaba más. Perderlo no estaba en sus planes. El mundo se le vino encima el día en que hizo las maletas y se marchó para no volver.

    Los colores que antes llenaban su vida se volvieron oscuros. La última puerta a la felicidad se había cerrado para ella. Para él vivir con una persona así se le había hecho insoportable. La dependencia era tal que le faltaba el aire, ella no daba opciones, empobrecieron su vida hasta el extremo de que en el mundo sólo estaban ellos dos, todo lo demás vacío. Ahora ella estaba sola. Apostó a un único número y lo perdió todo. Había aniquilado de un plumazo toda la humanidad. Ni el trasiego de la ciudad conseguía hacerle sentir que había otros. Estaba encerrada en sí misma, en su propia cárcel.

    Desde un principio, parecía que yo no existía para ella. Hablaba para sí misma, no daba lugar a mis intervenciones, apenas había cruce de miradas. Con el tiempo fue derribando los altos muros que había construido y fue dejándome entrar, alguna sonrisa, algún gesto de complicidad. Un día llegó a decir que se había puesto ese vestido para estar guapa para mí. Parecía ilusionada por sus sesiones, por contarme su vida cotidiana y, también, empezaba a tener alguna ilusión de futuro. Pequeños destellos de luz dejaban entrever un mundo más rico que ese pequeño en el que ella había vivido tantos años.

    Un día llegó a la consulta irreconocible, sonreía de lado a lado de la cara. Se había inscrito en la universidad y empezaba las clases con ganas. Tenía ganas de tener compañeros, tener horarios, moverse de su anquilosamiento. Hacía dos meses que había retomado una relación de amistad con una compañera de la infancia, quedaban de vez en cuando para tomar café, ir de compras. Hacía años que habían roto el contacto y no sabía por qué. Empezó a entender que la relación de pareja no era ninguna solución para su vida. “No es bueno amar como si el otro fuera la única persona del mundo” –dijo. Escuchar esas palabras de su boca ya eran un gran paso.

    Ya no temía a la soledad, había abierto tantas puertas que ni vivir sola ni estar soltera le hacían sentirse única ni abandonada. Tenía amigos que la querían, tenía personas a las que querer y tenía un fuerte compromiso con su psicoanálisis. Había entendido que un libro basta para estar con otros, que son los compromisos los que te hacen vivir, que comprometerse no era entregar tu vida al primer postor.

    17 mar 2011

    Los niños e Internet

    Un estudio realizado en el Reino Unido,asegura que los niños pueden llegar a pasar más de 6 horas diarias pegados a una pantalla, ya sea de televisión, de ordenador, o de videoconsola. Los teléfonos móviles, tampoco  hay que menospreciarlos. Hay un porcentaje en crecimiento de niños por debajo de los 10 años de edad con teléfono personal.

    Aunque estas conclusiones, son un tanto alarmantes y de momento, sólo aplicables a la geografía británica, en nuestro país todos los expertos coinciden en  que, esta nueva generación de niños,resulta imparable aquí también y amenaza seriamente a la sociabilidad y psicología del menor a largo plazo. 

    Te sugerimos estar atento, si crees que tu hijo lleva esta conducta a un extremo. Las motivaciones que guían a los menores a estos hábitos, están por todas partes y son muy difíciles de evitar, según los sociólogos.

    Demasiados cambios en poco tiempo

    El ascenso y expansión imparable, de las nuevas  tecnologías, acompañado por el individualismo que caracteriza a las relaciones de los chavales con su entorno, pueden ser las principales razones que empujen a nuestros pequeños a estar 'malgastando' su tiempo libre. Los niños, cada vez son más autónomos e independientes, pero esto no implica que sean más responsables.

    Cada vez es más usual que padre y madre trabajen fuera y dentro de casa, y que los niños, sobre todo a partir de cierta edad, se queden solos en el hogar, practicando actividades sedentarias. Sustituyendo el deporte por ejemplo, por estar sentados jugando o chateando por el ordenador


    El auge de las redes sociales

    Innegable es el efecto tan poderoso que sitios como Facebook o Tuenti tienen en la sociedad. Si hace uno o dos años era raro encontrar a alguien que no tuviera móvil, hoy lo que llama la atención es no poder localizar a una persona a través de la Red.

    Los niños son especialmente vulnerables a este tipo de cosas.  Pueden encontrar a sus compañeros de clase y sus amigos de la pandilla de manera cómoda, gratuita y directa. Además, las redes presentan multitud de funciones especialmente atractivas a los ojos de los adolescentes, como la posibilidad de colgar e intercambiar fotos, chatear mientras escuchan música o colgar vídeos.


    Consecuencias de ser un niño ‘multitasking’

    Es un término que se ha acuñado también en Gran Bretaña y que alude a la capacidad de los chavales a realizar tareas como chatear o navegar por Internet y ver la televisión al mismo tiempo. No sólo lo consiguen, si no que se les da de maravilla.




    Obviamente, pasar tantas horas, pegado a una pantalla trae consecuencias.  Está demostrado que una regular alimentación, acompañada del sedentarismo, favorece enormemente la obesidad infantil y a largo plazo, puede influir en problemas de tensión, musculares y de huesos.

    Los niños necesitan tener tiempo libre, pero que éste sea utilizado correctamente. Correr, jugar, hacer deporte, realizar actividades culturales, son parte fundamental en su educación y vida saludable. El tiempo en el ordenador o en la consola debería medirse. Lo ideal sería relegarse únicamente al fin de semana, según los psicólogos.


    ¿Cómo se puede prevenir o en su defecto, controlar?

    Siendo realistas, el ritmo de vida de hoy en día no acompaña en absoluto a que la generación conectada, deje de estarlo. El estrés, las prisas, el acceso de los menores a todo tipo de opciones lúdicas y el  escaso o nulo control por parte de los padres y tutores, no ayudan a que esta situación cambie.

    Lo que sí está en nuestra mano es informar a los menores de los riesgos que implica una excesiva exposición a estos artilugios, aparentemente inofensivos. Como los problemas de salud o el aislamiento social,  por ejemplo. Pues los niños poco a poco sustituyen el verse o hablar en persona, por hacerlo a través de un aparato.

    De cualquier manera, no hay que ser pesimistas. Estemos alerta de cómo, cuánto y por dónde ‘navegan’ nuestros pequeños, qué contenidos consumen diariamente, y sobre todo, motivémosles a salir con sus amigos y divertirse de otras maneras, más saludables.

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