4 abr 2011

La Intimidad

Sin intimidad no existirían relaciones amistosas ni amorosas. Además, desparecería la conciencia propia.



Intimidad es esa zona donde somos nosotros mismos y que en general está reservada a nivel personal. La podemos compartir en alguna medida con otra persona, sea la pareja, el o la amiga, o algún familiar, o con un grupo que entendemos como íntimo.


Intimar es introducirse en el afecto o ánimo de alguien o estrechar la amistad (RAE), y algo íntimo, se asocia a lo más interno de cada quien.

Estar solos, con nuestros pensamientos, es muy importante en la vida. Es verdad que somos gregarios, que necesitamos comunicarnos y compartir con nuestros congéneres experiencias, sentimientos, emociones y razones. Sin embargo, no menos fundamental es que aprendamos a darnos un espacio para nuestro ser interior.
Creemos que debemos dedicar al menos un 5 por ciento de nuestro tiempo para meditar, pensar y si se quiere, para ser totalmente libres estando con nosotros mismos.
Es en la intimidad que sabemos quienes somos, es donde reflexionamos y trazamos estrategias de comportamiento con nuestro ser amado, con nuestros padres, hijos, compañeros de trabajo y el entorno humano que nos rodea. Igualmente, es un espacio para la confianza, el pudor, la honradez, la dignidad, la ponderación y para las intimidades "muy íntimas" que no estamos dispuestos a dialogar o compartir con alguien más. Igualmente, es en nuestra propia compañía que nos comunicamos con la Divina Providencia o nuestro Dios. En la intimidad encontramos a nuestra propia conciencia.

No existe circunstancia de primer orden en nuestras vidas que no debiéramos examinar en nuestra intimidad. Si no le dedicamos un tiempo a estar solos perderíamos esa posibilidad tan necesaria. Por ello, píenselo y dedique, en el peor de los casos por lo menos una hora de las 16 horas que está despierto a usted mismo.

Por otra parte, cuando se escucha la palabra intimidad vinculada a las relaciones íntimas, nos viene a la mente el amor y el sexo, la pareja, la camaradería y se coliga a secreto compartido.

En la relación amistosa existen al menos dos de los tres componentes que el especialista Robert Stenberg propone en toda relación amorosa: Intimidad y compromiso. En el amor se necesitan el tercero, la pasión y un cuarto: La atracción.

La intimidad personal es el acceso a la privacidad y verdadera identidad individual y en el presente, todos tenemos el derecho a la vida privada aunque cada vez sea más difícil preservarla.

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