10 mar 2011

Fantasías Eróticas

Los pensamientos eróticos ayudan a incrementar la libido y a vivir una sexualidad más satisfactoria.





Las fantasías eróticas son pensamientos excitantes que mantienen nuestra mente en clave erótica, que nos ponen en contacto con nuestra libido. En ocasiones, se confunden las fantasías con los deseos. Un deseo es algo que recreamos en nuestra imaginación y que nos gustaría realizar. Una fantasía suele ser solo eso, una fantasía, y, en la mayoría de los casos, no se desea llevar a cabo. A veces, ni siquiera es posible.

A algunas personas les gustan mucho sus fantasías eróticas pero, al mismo tiempo, se sienten culpables por recrearlas en su imaginación. En algunos casos, esa sensación de malestar se debe a que piensan que están traicionando a su pareja. En otros casos, la inquietud proviene de creencias poco contrastadas como: "Se fantasea cuando a uno no le gusta su pareja" o "los que fantasean no logran excitarse normalmente".

Reflexionemos sobre ello: ¿A quién se está traicionando cuando se fantasea? A nadie. Al fin y al cabo, cuando se tienen algún tipo de fantasía erótica durante un coito o una masturbación compartida, ¿con quién se está manteniendo realmente el encuentro erótico? Con la pareja.

Normalmente, la fantasía es solo una forma de aumentar el placer de un encuentro que, ya de por sí, agrada. De hecho, las encuestas demuestran que las personas con vidas eróticas más satisfactorias también son las que más fantasean.

ESTIMULAR LA MENTE.

Las fantasías más comunes son las relacionadas con tener relaciones con personas del mismo sexo, en grupo o con desconocidos. La mayoría de veces se trata de hechos transgresores que, en realidad, no se van a realizar nunca. Para despertar nuestra capacidad imaginativa, se recomienda leer sugerentes relatos eróticos en los que se describen escenas que excitarán el órgano más importante de la sexualidad: la mente.

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