31 ene 2011

REÍR PARA REALIZARSE

El sentido del humor es un buen aliado en la creación de ambientes relajados y positivos.





El sentido del humor nos permite encajar adecuadamente las críticas, encarar las situaciones difíciles con optimismo, aceptar las propias limitaciones sin complejos y manejar de una manera más adecuada nuestras emociones; en definitiva, nos ayuda a desdramatizar y a relativizar lo bueno y lo malo de la vida.

El trabajo no es un ámbito exento de sentido del humor. Por supuesto, no nos referimos a ser el payaso de la oficina sino que aludimos a un cierto talante, a una manera de interpretar lo que percibimos, a "las gafas del sentido común", como Forges describe el humor.


LA COMICIDAD DE LA VIDA.

Pero ¿qué podemos hacer para ver las cosas en el trabajo con las "gafas apropiadas?

* Como dijo Oscar Wilde, "la vida es demasiado importante como para tomársela en serio". Y el trabajo, como una faceta más de la vida, también. Ante cualquier adversidad, pregúntate: "¿No estaré tomándomelo demasiado a pecho?". Busca el lado cómico de las situaciones, contémplalas con menos solemnidad y sin catastrofismos.

* Practica a menudo la sana costumbre de reírte de ti mismo. Es un excelente antídoto, tanto contra la falta de autoestima como contra la presunción.

* Identifica los obstáculos que te impiden ponerte en contacto con tu lado cómico. Quizá sea el sentido del ridículo. Entonces ¿por qué no afrontarlo directamente? Imagínate en la supuesta situación bochornosa. Tal vez compruebes que tampoco había para tanto.

* Al practicar la comicidad recuerda que no se trata de reírte "de" sino de reírte "con". Uno de los aspectos más agradables del humor es compartirlo con los demás, sin herir a nadie.

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