Al igual que en los pies, en el rostro se encuentran puntos reflejos con el resto del organismo. Un suave masaje facial mejora nuestra salud emocional.
La reflexología facial consiste en la estimulación de determinados puntos localizados por el rostro, una perfecta simbiosis entre técnicas de medicina oriental, métodos curativos de los aborígenes de la Patagonia y modernos hallazgos de la neurología.
Su creadora, la doctora Lone Sorense, asegura que estimulando estos puntos reflexológicos se consigue enviar impulsos hacia órganos, sistemas y tejidos a través de los meridianos y el sistema nervioso central.
El rostro posee más de un millar de terminaciones nerviosas y más de quinientos puntos interconectados con todo el organismo. Con ello, se configuran los mapas faciales por los que se guía el terapeuta. Algunos de estos mapas ya se utilizaban en Oriente hace miles de años.
La reflexología facial se realiza a través de presiones manuales en el rostro. Resulta indolora, carece de efectos secundarios y puede ser aplicada a personas de cualquier edad.
SANACIÓN NERVIOSA.
Este método terapéutico natural ayuda a mejorar la salud física y emocional. Se utiliza en diversas patologías como alergias, ansiedad, depresión, neuralgias, migrañas o problemas musculares. Además, activa la circulación sanguínea, mejora la memoria, aumenta la concentración, reduce el estrés y embellece la piel.
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